Práticas agrícolas: Las claves para proteger la calidad de las aguas
Tanto los asesores como los agricultores deben adquirir conocimientos y hábitos orientados a la realización de buenas prácticas agrícolas. El uso inadecuado de los fitosanitarios o unas condiciones de la explotación desfavorables pueden hacer que algunos de sus componentes acaben transfiriéndose a los cursos de agua y provoquen efectos indeseables.
Por ello, es de suma importancia leer y respetar todas las indicaciones de las etiquetas de los productos fitosanitarios, así como elegir la dosis de producto de acuerdo con el cultivo específico y las malas hierbas, plagas o enfermedades, tal y como estas etiquetas lo indican.
La transferencia de productos hacia las aguas ocurre principalmente por fuentes difusas y por fuentes puntuales. A continuación se explican los conceptos principales:
Contaminación:
- Contaminación puntual: suele suceder por el manejo incorrecto del producto fitosanitario antes y después del tratamiento (por ejemplo: preparación, llenado y limpieza de los equipos).
- Contaminación difusa: es causada principalmente por la escorrentía y la respectiva erosión, la lixiviación y la deriva (por ejemplo: durante los tratamientos, o por fuertes lluvias posteriores).
Escorrentía:
Se produce cuando la cantidad de agua de lluvia excede la capacidad de infiltración del suelo. Suele producirse por dos vías:
- El suelo esté saturado y, por tanto, pierde la capacidad de infiltración y el agua de lluvia no pueda ser retenida.
- La intensidad de las precipitaciones es mayor que la velocidad a la que el suelo puede infiltrar el agua.
Deriva y Lixiviación:
- Deriva: La cantidad de producto fitosanitario que se transporta fuera de la zona de pulverización tratada por efecto de las corrientes de aire durante la aplicación.
- Lixiviación: A medida que el agua de lluvia se filtra en el suelo, puede disolver los productos químicos y llevarlos a las masas de aguas subterráneas, resultando en un problema ambiental.
Buenas prácticas para reducir el riesgo de la contaminación difusa en las prácticas diarias:
- Calibra tu maquinaria según el cultivo a tratar. Siempre que sea posible, utiliza boquillas de reducción de deriva (pide consejo a la empresa y a tu asesor para cada producto).
- Respeta al menos una banda de seguridad de 5 metros sin tratar, en el caso de cursos de agua naturales, y de al menos 2 metros en el caso de cursos de agua artificiales, si no hay otra indicación en la etiqueta.
- Establece márgenes multifuncionales en la parte alta de las explotaciones, cerca del origen de los problemas de escorrentía.
- Se pueden establecer distintos tipos de bandas vegetales (herbáceas, leñosos o combinación de setos y herbáceos), teniendo en cuenta que no deben ser tratadas con productos fitosanitarios. Sitúalos correctamente a lo largo de los cursos de agua. (Comprueba con tu asesor o las autoridades si existen subvenciones para esta medida.).
- Reduce la intensidad de tu laboreo, aplicando la práctica de siembra directa, o mínima alteración de suelo.
- En el caso de ser necesario, realiza las labores perpendicularmente a la pendiente, siempre y cuando sea posible y no supongan un riesgo de vuelco.
- Mantén el suelo cubierto con restos del cultivo anterior, cultivos cubierta, o restos de poda, para favorecer la infiltración y reducir la escorrentía y la erosión.
- Evita la compactación del suelo utilizando maquinaria adaptada, por ejemplo, neumáticos de baja presión, o, en lo posible, evita entrar en suelos húmedos.
- Aplica la rotación de cultivos, incluyendo cultivos con raíces pivotantes.
Para más información, consulta nuestro folleto: Practicas Agrícolas: Calidad Agua